Moléculas a reacción

Blog de divulgación del Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea

Química y patentes (II): el tetraetilplomo

Fernando Gomollón Bel (ISQCH)

Hace poco os hablamos de patentes y prometimos un artículo más sobre el mismo tema. Incluso avanzamos por dónde irían los tiros: una sustancia tóxica que durante muchos años fue utilizada por la industria automovilística. Vamos a hablar del tetraetilplomo. [1]

Para descubrir más sobre el (desconocido) mundo de las patentes te invito a escuchar El Nanoscopio #13 (emitido en Radio 3W el 7 de noviembre de 2013) y a visitar el blog sp3patents.

¿Qué es el tetraetilplomo?

Tetraetilplomo (elaboración propia).

Tetraetilplomo (elaboración propia).

El tetraetilplomo es un compuesto organometálico [2] de plomo que tiene un átomo de plomo central y cuatro grupos etilo (–CH2–CH3) coordinados de forma tetraédrica. Esta sustancia se añadía a las gasolinas como antidetonante. Los antidetonantes permiten una mejora de la relación de compresión del motor y, por lo tanto, un aumento en la eficiencia del mismo. [3] El tetraetilplomo se obtiene por reacción de amalgama de plomo-sodio con cloroetano. Al ser un compuesto muy hidrofóbico (por sus grupos etilo) y neutro, se disuelve a la perfección en la gasolina.

¿Por qué elegirlo como antidetonante?

Es aquí donde entra de nuevo la controversia de las patentes. Ya en 1918, casi una década antes de que se comercializara el Ford T, ya se sabía que un compuesto tan sencillo como el etanol [4] podía mezclarse con la gasolina y que ésta siguiera funcionando bien como combustible. [5] Además, la compañía London General Omnibus había demostrado que el etanol actuaba muy bien como antidetonante. [6]

Pero los laboratorios DuPont tenían la patente del tetraetilplomo, y General Motors, junto con la petrolera EXXON (hoy en día una de las compañías más valiosas del mundo), habían llegado a un acuerdo para explotarlo en exclusiva. El alcohol, que se fabrica y se destila desde hace miles de años, no podía ser patentado. En cambio, el tetraetilplomo podía dar a las dos compañías grandes beneficios.

El tetraetilplomo es un compuesto altamente tóxico, como ya había observado el propio Pierre S. du Pont (1870-1954), presidente de DuPont (1915-1919) y, durante un tiempo, director de GM [7]:

“[el tetraetilplomo es] un líquido incoloro, de olor dulzón que se absorbe por la piel y causa, casi inmediatamente, envenenamiento por plomo.”

De hecho, sabiendo las connotaciones negativas que tenía el hablar de “plomo” en una sustancia que iba a usar todo el mundo en sus coches, EXXON y GM lo comercializaron bajo el nombre de “ethyl”, sin hacer ninguna referencia al tóxico metal.

Cartel de gasolina con "ethyl", el eufemístico nombre del tetraetilplomo. (Fuente: Wikimedia Commons)

Cartel de gasolina con «ethyl», el eufemístico nombre del tetraetilplomo. (Fuente: Wikimedia Commons)

¿Por qué dejó de usarse?

Porque es muy tóxico, pensaréis. Pues por un lado, sí. El plomo es un metal pesado muy venenoso. El tetraetilplomo es incluso peor, ya que es un compuesto algo volátil y que, por tanto, podemos acabar respirando. Hoy en día es más difícil, pero imaginad cuánto tetraetilplomo se escapaba al aire por los tubos de escape de los coches. El plomo, una vez que está dentro de nuestro organismo es peligrosísimo. Nuestras enzimas lo confunden con el calcio y lo incorporan a los huesos. Esto es malo por dos razones: primero, porque los daña, los huesos no están pensados para almacenar plomo; segundo, porque los huesos actúan, sin quererlo, como “almacén” de plomo. Cuando el cuerpo necesita calcio y va a los huesos a buscarlo, saca al torrente sanguíneo el plomo que se había almacenado por error… y las consecuencias no son nada buenas. Además, el plomo causa problemas en el Sistema Nervioso Central, irritabilidad, confusión y en casos de envenenamiento grave puede ser letal. El envenenamiento por plomo (o saturnismo) pudo ser una de las causas de la caída del Imperio Romano [8] y del comportamiento violento de famosos artistas como el pintor Caravaggio (que usaba pinturas con sales de plomo) [9] o el músico Beethoven [10].

Pero por otro lado, hay quien dice que hay otro motivo que, para las compañías de automóviles, fue todavía más importante a la hora de eliminar el plomo de sus gasolinas que la salud de sus clientes. ¿Lo habéis adivinado? Sí, el dinero. Y ya lo comentamos hace un tiempo en Moléculas a reacción. El plomo es un metal que envenena los catalizadores de los tubos de escape, y debido a que llevan metales muy caros como el paladio o el rodio, cambiar un catalizador estropeado costaría mucho… De ahí que de pronto la Ecología se volviera, de pronto, una materia de interés de las grandes compañías petroleras y automovilísticas y dejaran de usar el plomo en sus combustibles.

Referencias

  1. “Ha elegido usted gasolina sin plomo”. Electrones Excitados.com, 25 de mayo de 2011. Consultado el 31 de diciembre de 2013 a las 13:00.
  2. Un compuesto organometálico es aquél que presenta enlaces carbono-metal.  En el ISQCH, muchos grupos investigan las propiedades y aplicaciones de la Química Organometálica, una rama de la Química en la frontera entre la Inorgánica (que estudia los metales) y la Orgánica (que estudia los compuestos derivados de carbono).
  3. “Relación de compresión (motores)”. Wikipedia (ES). Consultado el 31 de diciembre de 2013 a las 11:37.
  4. El etanol es el alcohol etílico, el que está presente en las bebidas (¿os acordáis de cómo se hacía el whisky?) o en el alcohol “de farmacia”, que tiene un 96% de etanol.
  5. Scientific American 1918 (13 de abril), p. 339.
  6. “History of etanol.” (http://bit.ly/1dQRfNH) Consultado el 31 de diciembre de 2013 a las 12:18.
  7. Lincoln-Kitman, J. “The Secret History of Lead” The Nation, 2 de marzo de 2000. Online: http://bit.ly/1d5STt7 Consultado el 31 de diciembre de 2013 a las 12:31.
  8. “Saturnism – History”. Wikipedia (US). Consultado el 31 de diciembre de 2013 a las 12:55.
  9. Kington, T. “The Mistery of Caravaggio’s death solved at last – painting killed him”.  The Guardian 16 de junio de 2010. Online: http://bit.ly/JrouhF
  10. Mai, F. M.; “Beethoven’s terminal illness and death”. J. R. Coll. Physicians Edinb. 2006, 36 (3), 258-263.

Este artículo participa en el XXXII Carnaval de Química: Edición Germanio cuyo anfitrión es el blog DIMETILSULFURO de Deborah García Bello.

Acerca de isqch

El Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH) es un instituto de investigación química mixto entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Zaragoza.

6 comentarios el “Química y patentes (II): el tetraetilplomo

  1. Pingback: Química | Annotary

  2. ununcuadio
    16/02/2014

    La verdad es que enterarte de estas cosas deja mal cuerpo 😦 ¿así que teníamos un antidetonante más seguro y menos contaminante, y por tema comercial nos inventamos otro peor? Luego nos va como nos va…
    P.D.: estupenda entrada, por cierto 😀

  3. Cristina
    21/02/2014

    Gracias Fernando. Muy interesante….

  4. Pingback: Química y patentes (III): la importancia de la estructura molecular | Moléculas a reacción

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Esta entrada fue publicada en 14/02/2014 por en Industria química, Productos de consumo y etiquetada con , , , , , , , , , , , .

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